El presidente del Senado colecciona varias polémicas, como insultar a funcionarios o enfrentar a su partido por la unidad, y las corona con los señalamientos por una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán
Uno detrás de otro. El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, colecciona titulares cargados de controversia por sus desplantes, sus comentarios desafortunados y, en la última entrega, por la compra de una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán. En los últimos días, ha insultado abiertamente al cónsul de México en Miami y ha obligado a la presidenta, Claudia Sheinbaum, a intervenir para desmentir sus comentarios sobre la unidad dentro de Morena. Las explicaciones sobre su patrimonio llegan en un momento saturado de críticas por su lengua afilada que no deja de levantar a