Hay quienes no pueden imaginar su vida sin un perro , fiel, cariñoso y siempre dispuesto a compartir. Sin embargo, también está el otro equipo: el de los fanáticos de los gatos . Más reservados, discretos e independientes, los felinos despiertan una fascinación particular en quienes disfrutan de un tipo de compañía menos demandante, pero igualmente profunda.

Lo que parecía una simple cuestión de gusto, en realidad esconde un trasfondo psicológico interesante. Expertos señalan que la afinidad con los gatos está asociada a ciertos rasgos de personalidad , y que esta elección no es para nada casual.

Los amantes de los gatos suelen preferir entornos tranquilos, lejos del ruido y la intensidad. Este rasgo encaja con la forma serena de los felinos, que no exigen interacción constan

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