
El hallazgo de una tumba perinatal en el castrum de la Legio VI en León ha abierto un nuevo capítulo en el estudio de la vida cotidiana en los campamentos militares romanos . Se trata del primer enterramiento infantil documentado en este tipo de contextos en la Península Ibérica , y su análisis aporta pruebas directas de que los espacios castrenses no eran exclusivamente masculinos ni ajenos a la presencia de mujeres y niños, como sostenía durante décadas la visión más ortodoxa de la arqueología militar romana.
El estudio, publicado en la revista Childhood in the Past y liderado por Marta Fernández-Viejo , investigadora del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos, en colaboración con especialistas de la Universidad de León, ha permitido contextualizar este hallazgo excepcional. Los investigadores detallan que los restos corresponden a un individuo perinatal de pocas semanas de vida, depositado en una pequeña fosa dentro del recinto del campamento. Más allá del dato arqueológico, el análisis abre nuevas vías para entender la complejidad social de las legiones y la convivencia de la maquinaria militar con la vida familiar.
Un hallazgo sin precedentes en la Península Ibérica
Hasta ahora, los enterramientos infantiles de época romana localizados en Hispania procedían mayoritariamente de entornos domésticos o necrópolis urbanas, pero nunca de un castrum . La tumba de León demuestra que en el interior del campamento convivían no solo soldados, sino también familias , lo que concuerda con hallazgos documentados en otros puntos del Imperio. Estos datos cuestionan la estricta aplicación de la legislación promulgada por Augusto , que prohibía a los militares casarse y tener descendencia durante el servicio, en un intento de mantener la disciplina y evitar vínculos familiares que interfirieran en la vida castrense.
La evidencia sugiere que, pese a la normativa, la presencia femenina y la vida familiar eran una realidad en los campamentos. Investigaciones recientes han mostrado que las legiones mantenían vínculos con comunidades locales y que muchos soldados formaban uniones estables con mujeres de la zona, lo que derivaba en la existencia de hijos y en dinámicas familiares que desbordaban el marco oficial de la institución militar. El enterramiento de León se suma así a un creciente cuerpo de pruebas que matizan la visión tradicional de los campamentos como espacios cerrados y exclusivamente bélicos.
“Se han descubierto artefactos y restos asociados con mujeres y niños, como calzado, artículos personales y objetos domésticos, dentro de los límites de los fuertes militares y sus proximidades (por ejemplo, Vindolanda, Fuerte Romano de Birdoswald)”, destacó Fernández-Viejo
El posible carácter ritual del enterramiento
Además de su valor como testimonio social, el hallazgo plantea interrogantes sobre el significado del enterramiento. Algunos especialistas sugieren que podría tratarse de un rito fundacional, un tipo de práctica documentada en otras culturas mediterráneas que consistía en depositar restos humanos, a menudo de recién nacidos, en el momento de erigir edificios o fortificaciones . Aunque no existen pruebas concluyentes, la ubicación de la tumba en un área significativa del campamento invita a considerar esta hipótesis como posible, lo que añadiría una dimensión simbólica y ritual al hallazgo.
Una ventana al pasado de la Legio VI
El castrum de León fue una de las bases más importantes del noroeste peninsular, desde donde la Legio VI Victrix y, posteriormente, la Legio VII Gemina, controlaron los territorios mineros y garantizaron la romanización de la región . En este contexto, la aparición de un enterramiento infantil dentro de sus murallas no solo añade un dato singular, sino que también contribuye a humanizar la historia de las legiones, mostrando que en medio de la maquinaria militar del Imperio había también lugar para los afectos, las pérdidas y los rituales de la vida cotidiana.
Los investigadores responsables del estudio subrayan que se trata de un hallazgo excepcional, pero no aislado . La arqueología europea está acumulando cada vez más evidencias de la presencia de mujeres y niños en entornos militares, lo que obliga a revisar la manera en que entendemos la vida castrense. El caso de León se convierte así en una referencia clave para comprender cómo los campamentos, más allá de su función estratégica, eran también espacios de vida y de muerte.