El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, debió salir con chaleco antibalas y armadura de amianto al recinto de la Cámara de Diputados para repeler el arsenal de críticas y chicanas que recibió de parte de la oposición durante su informe sobre la marcha del Gobierno, en medio de las graves denuncias por presunta corrupción que comprometen a altos funcionarios, entre ellos Karina Milei.

En el arranque de su presentación, fue el propio funcionario el que puso sobre la mesa -antes de que le pregunten- el caso del fentanilo contaminado y la causa por la filtración de audios atribuidos al extitular de la ANDIS, Diego Spagnuolo. Definió al escándalo del ANDIS como una “operación política” orquestada “por un pequeño grupo de personas que, en esta nueva Argentina, ya no tienen lugar” y a la causa d

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