La Cámara de los “hombres” amenizó la tarde con la sinfonía machista ‘in crescendo’: violencia en los puños, violencia en las palabras

El espectáculo que ha dado Alito Moreno este miércoles en el Senado constituye una vergüenza, pero no una sorpresa. Muchos habrán recordado al ver su cara más temible aquellos primeros años de su trayectoria cuando actuaba de porro universitario para reventar la política, bien lo saben en Campeche. Se diría que no ha pasado el tiempo, que sigue siendo el mismo, que aquel PRI no se fue. Y no se irá hasta que personajes así no salgan de la política. Y personajes así, no crean, hay muchos. Si alguien esperaba disculpas tras el altercado en el Senado se equivocaron de medio a medio.

Las palabras de Alito en la posterior rueda de prensa para justificar s

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