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Una mujer de Rotorua, Nueva Zelanda, logró evadir la prisión tras haberse apropiado de datos personales y tarjetas de crédito de más de mil personas. Su promesa de reparar el daño y sus supuestas muestras de arrepentimiento fueron suficientes para que el juez le concediera una segunda oportunidad.
Karla Cherie Wickham, de 40 años, accedió ilegalmente a un sistema en línea desde donde recopiló nombres, direcciones, correos electrónicos y datos sensibles de tarjetas de crédito, incluyendo números completos, fechas de vencimiento y códigos de seguridad, de 1.477 personas. Con esta información, realizó compras por un valor cercano a los 6.000 dólares neozelandeses.
A pesar de que este tipo de delitos puede acarrear hasta siete años de cárcel según la legis