Con el despliegue en una base de Puerto Rico de una flotilla de diez aviones cazas de combate F-35 Lightning II de última generación Estados Unidos ha decidido incrementar significativamente su presencia militar en el Caribe enfocada a su lucha contra el narcotráfico.

Esta operación, confirmada por la cadena estadounidense CBS News, se enmarca en un contexto de creciente tensión geopolítica con el Gobierno de Venezuela, principal destinatario de las amenazas estadounidenses por este tema.

De acuerdo con la información revelada por CBS, una fuente “familiarizada con los planes” aseguró que la decisión estratégica de la administración de EE.UU: estaría basada en una orden directa del presidente Donald Trump, que busca neutralizar la actividad de cárteles de la droga en la región.

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