A falta de huracanes destructivos en 2025, el principio de acción-reacción agita las aguas del Caribe en los juegos de guerra entre Donald Trump y Nicolás Maduro. El mandatario estadounidense ordenó que 10 aviones F-35 se sumen al despliegue de destructores y submarinos para «luchar contra el narcotráfico» en el sur del Caribe nada más conocer que dos F-16 venezolanos habían sobrevolado en la zona de influencia del destructor USS Jason Dunhan durante el jueves.

Por Daniel Lozano | El Mundo

El «movimiento altamente provocativo» de los aviones chavistas, como lo definió el Pentágono, llegó a su vez días después de que un misil estadounidense pulverizara una lanchita que se dirigía con un supuesto cargamento de cocaína desde San Juan de Unare, en la Península de Paria, hacia Trinidad y Toba

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