Las elecciones de la provincia de Buenos Aires (PBA) llegan en un momento de tensión política y financiera. En el distrito gobernado por Axel Kicillof, el 40% del padrón electoral nacional definirá este domingo las autoridades del poder legislativo provincial y concejos deliberantes locales, en una contienda que se nacionalizó por la disputa entre oficialismo y oposición.
Como en todo el país, los bonaerenses llegan a la votación con altos niveles de estrés económico. El ajuste que impuso el gobierno nacional, combinado con las altas tasas de interés y la apertura importadora, se hacen sentir en los bolsillos y en la producción industrial.
“La provincia de Buenos Aires marca el ritmo de la economía nacional, pero se encuentra especialmente condicionada por la débil perfor