“Vamos a continuar estando del lado del bien en el mundo”, dijo el presidente Javier Milei el domingo a la noche, tras la aplastante derrota sufrida a manos de Fuerza Patria en la Provincia de Buenos Aires. Otra vez esa visión maniquea según la cual sólo existen el Bien (luz) y el Mal (tiniebla), librando un conflicto eterno. Dualismo radical que el místico jefe de Estado sostiene en una cita bíblica: “En una batalla, la victoria no depende del número de los soldados, sino de las Fuerzas del Cielo”.

Ahora bien, del otro lado resuenan frases cargadas de igual soberbia política y de desprecio por quienes piensan distinto. Desde la histórica “los días más felices fueron, son y serán peronistas” hasta la afirmación “Dios debe ser peronista”, reproducida por el ex presidente Alberto Fernández

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