Amber Cunningham-Rogan, de 21 años y residente en St Andrews, Escocia, pensó durante meses que el sangrado de sus encías se debía a cepillarse con demasiada fuerza o al inicio de una gingivitis.
Sin embargo, el problema era mucho más grave de lo que imaginaba. A este síntoma se le sumaron entumecimiento y hormigueo en las manos y las piernas , señales que la llevaron a acudir en varias ocasiones al médico.
Tras varios análisis y una remisión hospitalaria por sus bajos niveles de hierro, recibió un diagnóstico inesperado.
Los resultados revelaron que el recuento de glóbulos blancos de Amber estaba anormalmente alto. Una biopsia confirmó la presencia de leucemia mieloide crónica (LMC) , un cáncer poco frecuente en la sangre y la médula ósea.
Esta enfermedad, generalmente diagnosticada en