Luego del revés que sufrió el Gobierno en las elecciones de la provincia de Buenos Aires se activó un operativo de presión al presidente Javier Milei para que no aplique el veto a la ley de financiamiento universitario que el Congreso aprobó a fines de agosto, en un intento por poner a prueba la "autocrítica" o las correcciones que prometió el mandatario.
Se trata de una campaña que en realidad empezó días antes de las elecciones provinciales del domingo, pero que ahora intenta aprovechar el cimbronazo que aturdió al Gobierno y que lo obligó a hacer revisiones para las nacionales de octubre, clave para los próximos dos años del mandato de Milei.
El nuevo contexto se prestó para una casualidad que le jugó a favor a las universidades, los estudiantes y los dirigentes políticos que empujaro