El protagonista del acto más solemne al inicio del curso político ha resultado ser Albert Núñez Feijóo, por incomparecencia. Con muchas razones, se ha indicado que debió figurar en la apertura del año judicial, aunque ninguna norma le obligara, como líder de la oposición que es, pensando oportunamente, además, en el borrascoso 2025-26, cargado de grandes vistas por celebrar que repercutirán al estamento político entero. Aun sólo fuese por no desviar el foco del acto hacia su persona, dijeron que hubiera merecido la pena coincidir con el fiscal general.
Como finalmente así fue, mientras el ceremonial de Estado pasaba por la insidiosa retorsión de que el promotor de la acción de la justicia, en defensa de la legalidad en el país, subiera al estrado confirmado en el cargo junto al Rey, estan