En sus entrevistas, Robert Redford siempre se ha confesado lector y su carrera, vista de reojo, es menos una serie de películas que una especie de biblioteca, con estantes llenos de sus preocupaciones recurrentes. Una y otra vez lo encontramos dando vueltas alrededor de los mismos temas: el sueño americano y el precio que hay que pagar por creer en él, la soledad que pone a prueba la fibra moral, la dignidad del trabajo, los paisajes que se niegan a permanecer en silencio, las intimidades rotas y reparadas, las instituciones que se tambalean cuando nadie las observa. En este artículo abordamos algunos de los libros que adaptó.
Desde un principio su carrera actoral estuvo asociada a los libros: comprar los derechos de un libro que le había inquietado, o dar un empujón a un guión. Y el ej