Este fin de semana pasado fue todo menos tranquilo para muchos trabajadores y empleadores en el país , todo gracias a la nueva tarifa de $100,000 dólares para visas H-1B impuesta por el gobierno de Trump. Lo que parecía un simple ajuste administrativo se convirtió en un caos que afectó desde las salas de juntas de grandes empresas hasta los planes personales de quienes dependen de estas visas para trabajar en EE.UU. La falta de claridad inicial sobre si la tarifa aplicaba a nuevas solicitudes, renovaciones o titulares ya vigentes desató preocupación inmediata a nivel global.
Expertos en inmigración advirtieron de las consecuencias de la medida. Kathleen Campbell Walker , abogada de Dickinson Wright en El Paso, señaló que la decisión de la Casa Blanca “sienta un caos total en