El Gobierno de Dinamarca ha cerrado temporalmente el aeropuerto internacional de Copenhague debido a un inusual sobrevuelo de drones. Este incidente, ocurrido la noche del lunes 22 de septiembre, también afectó al aeropuerto de Oslo en Noruega, provocando la cancelación de más de un centenar de vuelos y el desvío de 31 aviones, impactando a aproximadamente 20.000 pasajeros. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó el suceso como "el ataque más grave contra una infraestructura crítica en el país".

Frederiksen vinculó el incidente con una serie de acciones recientes atribuidas a Rusia, incluyendo incursiones aéreas no autorizadas y ciberataques contra aeropuertos europeos. "Esto se enmarca en la evolución que hemos visto con violaciones del espacio aéreo y ataques digitales", afirmó en un comunicado. Aunque no acusó directamente a Moscú, no descartó su posible implicación.

El Kremlin respondió rápidamente, calificando las acusaciones como "infundadas" y parte de una estrategia para "avivar tensiones". Este episodio se produce en un contexto delicado, ya que la OTAN convocó a sus embajadores tras la denuncia de Estonia sobre la incursión de cazas rusos en su espacio aéreo. Polonia y Rumania también han reportado vuelos no autorizados de drones procedentes de Rusia.

Las autoridades danesas informaron que los drones sobrevolaron la terminal durante más de tres horas desde distintas direcciones, lo que sugiere la existencia de un "actor con capacidad, voluntad y herramientas para hacerse notar", según el inspector Jens Jespersen de la policía de Copenhague. Por razones de seguridad, los agentes decidieron no derribar los drones, ya que un impacto podría haber puesto en riesgo a aviones con pasajeros, depósitos de combustible y viviendas cercanas.

El dispositivo de respuesta incluyó a la policía, el ejército y los servicios de inteligencia, que están llevando a cabo una investigación conjunta con las autoridades noruegas. Hasta el momento, no se han identificado a los responsables del sobrevuelo. En Oslo, el avistamiento de dos drones obligó al desvío de 14 aviones, según la portavoz de la terminal, Monica Fasting.

Este incidente ocurre pocos días después de un ciberataque que interrumpió los sistemas de facturación en aeropuertos de Bruselas, Berlín, Londres y Dublín, lo que ha elevado la alerta de los servicios de inteligencia daneses sobre una creciente amenaza de sabotaje contra infraestructuras estratégicas en Europa. La Unión Europea también ha expresado su preocupación y está a la espera de los resultados de la investigación, sin descartar la implicación de Rusia en estos eventos.