Mahmoud Abbas lanzó una dura acusación contra Israel en su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas. El presidente de la Autoridad Palestina denunció lo que calificó de “guerra de genocidio” en Gaza y advirtió sobre la expansión de los asentamientos en Cisjordania, mientras subrayaba que Hamás no tendrá cabida en un eventual gobierno palestino en la Franja una vez concluya el conflicto.
La comparecencia de Abbas se produjo en circunstancias excepcionales: Washington le retiró el visado, impidiéndole viajar a Nueva York. Ante ello, los Estados miembros aprobaron por amplia mayoría (145 votos a favor y solo 5 en contra) que pudiera dirigirse al plenario de manera remota, en un gesto que evidenció la fractura internacional sobre la guerra en Gaza.
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