La delegación española no estaba en sus asientos en el hemiciclo de la asamblea general de la ONU cuando el secretario general de la organización, Antonio Guterres, dio la palabra al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

Decenas de delegados abandonaron en esos momentos ruidosamente la sala, abucheando al mandatario, incluidos los representantes de varios países europeos, muchos estados africanos y todo el mundo árabe.

Fuentes oficiales españolas confirmaron a EFE que España “no ayudó” al discurso, es decir, no estuvo entre los países que de manera ostentosa se levantaron y abandonaron la sala justo cuando Netanyahu iba a hablar. Las fuentes precisaron que España se concertó con otros países europeos -no precisaron cuáles- para marcar así sus distancias con Israel en un momento

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