En la playa de Copacabana, en Río, una protesta se transformó en advertencia cuando Caetano Veloso, Chico Buarque, Gilberto Gil y Djavan encabezaron a miles de personas en oposición a un intento acelerado de aprobar una amnistía que podría proteger a Jair Bolsonaro. La cultura respondió a la política, insistiendo en que la rendición de cuentas no es negociable en la democracia brasileña actual.
Cuando un mitin se convierte en repertorio
“Congreso, enemigo del pueblo” era la pancarta; la música, el método. Lo que comenzó como una protesta política contra un proyecto de ley de amnistía tramitado con urgencia se convirtió en un concierto cívico encabezado por Caetano Veloso, de 83 años, quien llegó sobre un trio elétrico en un estallido de amarillo. Su mensaje fue tan claro como el aire d