Por: Mónica Garza 27/09/2025 08:12:00
Perder en el quirófano a una paciente de 14 años en una cirugía estética, es el reflejo de un sistema médico aletargado en regulación, supervisión y sobre todo desprovisto de ética profesional. El caso de Paloma Nicole, la adolescente duranguense que falleció tras una cirugía de aumento de senos en una clínica privada, expuso las peligrosas lagunas legales, que tanto la desprotegieron.
La cirugía se habría realizado con autorización de su madre y presuntamente por la pareja de ésta, sin dar aviso al padre de la joven, a quien sólo se le informó que la niña sería aislada por Covid-19.
Días después el padre fue informado sobre la hospitalización de su hija, cuya condición grave derivó en su fallecimiento, y fue hasta el velorio que él se percató