La mayoría de los representantes presentes en la sala en cuanto Benjamin Netanyahu tomó la palabra para asegurar que Israel “terminará el trabajo” en Gaza, gesto que dejó las bancadas semivacías y que prolongó una tradición diplomática de rechazo silencioso a discursos considerados fuera de línea por buena parte de la comunidad internacional.

El episodio de este viernes se suma a una lista que comenzó hace años: en 2024 ya hubo una marcha masiva durante la intervención del mismo Netanyahu en la Asamblea General, cuando la guerra en Gaza rozaba su primer aniversario y los bombardeos sobre Líbano elevaban la tensión en la región, y en 2022 más de un centenar de diplomáticos abandonaron la sala en Ginebra mientras el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov , defendía la

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