El lunes 22 de septiembre se abrió en el Tribunal del Vaticano un proceso de apelación sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado que dieron origen el 16 de diciembre de 2023 a varias condenas. La más noticiosa, sin duda, era la que afectaba al cardenal Giovanni Angelo Becciu: cinco años y seis meses de cárcel, inhabilitación perpetua para desempeñar cargo alguno y una multa simbólica de 8.000 euros.
El purpurado ha vuelto a presentarse con sus abogados defensores en la nueva Aula del Tribunal, instalada a partir de ahora en la que fue la vieja Aula del Sínodo de los Obispos, situada en la planta baja del Palacio Apostólico. Ha asistido impasible a las tres primeras sesiones orales celebradas y volverá al banquillo el 6 de octubre, cuando se renueve la vista de la causa. El