El Gobierno apeló a tres jugadas de emergencia esta semana y logró apaciguar, al menos transitoriamente, el camino hacia las elecciones legislativas. Pero todas las medidas de urgencia son de "sábana corta" y amenazan con volver como un búmeran después del 26 de octubre. El salvataje de la Casa Blanca permitió aliviar la tensión cambiaria y bajar las tasas, pero podría no ser inmediato y traer como exigencia el sinceramiento del dólar. Al mismo tiempo, el anticipo de las cerealeras aporta hoy las divisas que faltarán mañana y el regreso de algunas restricciones cambiarias para ahorristas presionará sobre la brecha.
“Podrá sonar contraintuitivo, pero el rescate de Trump en el mediano plazo no disminuye las chances de una devaluación, las incrementa ”, señaló esta semana un prestig