
El equipo directivo del IES Prado Santo Domingo de Alcorcón ha rectificado. Este martes envió un escrito a todos los docentes en el que retira las amenazas dirigidas contra un profesor de Economía del centro, al que reprendieron por llevar a clase una camiseta de fútbol del equipo chileno Club Deportivo Palestino. “Sentíos libres de expresar vuestras opiniones de la manera que consideréis conveniente, con el único límite de respetarnos los unos a los otros, y que nuestras manifestaciones vayan siempre a favor de la convivencia”, reza el último documento firmado por el director.
Para el profesor señalado por mostrar su solidaridad con el pueblo de Gaza, Guillermo López, esta rectificación del centro es un “éxito” que no podría haber sucedido sin “la fuerza de los compañeros y la fuerza sindical y mediática”.
Hace dos semanas, el jefe de estudios de este centro dio órdenes verbales a Guillermo para que se abstuviera de acudir al centro con esta camiseta que viste los colores de la bandera palestina, que calificó como una “camiseta partidista y política”, según relata. Estas indicaciones se produjeron días después de que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, respaldase las prohibiciones de la Consejería de Educación contra la exhibición de banderas y símbolos de Palestina en centros educativos, en aras de una “neutralidad política” que no contempla la enseñanza de los derechos humanos y los valores de paz. “Dejen de intentar adoctrinar” , zanjó la baronesa popular, en un discurso muy alejado del que adoptó con la invasión rusa de Ucrania, cuando estableció puntos de recogida y banderas de Ucrania en numerosos centros educativos de la comunidad.
En este caso, el docente de Economía de este instituto había decidido ponerse esta camiseta palestina en un “momento puntual”, tras escuchar al ministro de Finanzas israelí calificar la Franja de Gaza como una “mina de oro” donde edificar una vez destruido todo el enclave. En conversación con este periódico, Guillermo asegura que se puso la camiseta para explicar ese día a sus alumnos que “entender de economía es entender cómo funciona el mundo, hasta el punto de cometer un genocidio para poner hoteles”.
Tras las órdenes verbales del jefe de estudios, Guillermo volvió a ponerse la camiseta una semana más tarde. Fue entonces cuando recibió un documento firmado por el director en el que aseguraba que, si insistía con la camiseta, se enviaría un escrito a la Dirección de Área Territorial Sur, donde decidirían si abrirle un expediente disciplinario por no guardar “neutralidad” y portar “indumentaria política”, lo que podría conllevar, incluso, sanciones económicas.
Como esta carta va en contra de la ley educativa, que protege la libertad de cátedra y la libertad de expresión de los profesores, Guillermo convocó el consejo docente de su instituto para contarles su situación. “Reuní a mis compañeros para proponerles que siendo unas decenas los que hacemos lo mismo igual no es tan fácil amonestarnos”, relata. A partir de ahí, cuenta con sorpresa que entre cuarenta y cincuenta compañeros secundaron su idea y que los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia rápidamente.
Este periódico intentó contactar sin éxito con Guillermo el pasado viernes. Según explica, estaba superado por la sobreexposición mediática inesperada. El equipo directivo del centro, que sí atendió la llamada de elDiario.es, se negó a explicar el caso más allá de que se habían enviado “advertencias” para que los profesores “guardaran neutralidad ideológica”.
Una de las iniciativas del consejo de profesores para protestar contra estas presiones fue la convocatoria de una concentración en el centro para el próximo viernes, cuando están programados paros educativos contra la censura de la Comunidad de Madrid acerca de muestras de apoyo a Palestina en colegios e institutos. Para él, esta “fuerza” colectiva llevó al director a “recular”.
Este martes, tras recibir la circular en la que se expresaba la libertad de los profesores para vestir y portar los símbolos que consideren, el mismo consejo docente del instituto ha decidido desconvocar la concentración y que cada profesor secunde los paros educativos en su centro. “Seguiremos secundando y participando en todas las iniciativas que exijan el fin del genocidio”, asegura Guillermo, que subraya su deseo de que el foco vuelva a ser ese y no su caso particular.
“Si otros compañeros pasan por lo mismo y conocen este caso, espero que les sirva para coger fuerza y resistir ante cualquier censura”, expresa, a lo que añade: “El sentir generalizado es de apoyo a Palestina, también entre los alumnos”.