Como periodista especializada en belleza siempre busco productos que resuelvan varios problemas a la vez: un acabado natural, fácil aplicación y cuidado real para la piel. Las gotas autobronceadoras cumplen todo esto, y mucho más. Lo que más me gusta es que no necesitas maquillarte, tu piel consigue un efecto buena cara que te va a sorprender.
He probado muchos autobronceadores en crema o gel, y la experiencia no siempre ha sido positiva: algunas cremas resultaban demasiado densas, difíciles de extender, manchaban o dejaban un color poco uniforme. Con las gotas es completamente distinto: son ligeras, translúcidas y progresivas, lo que te permite controlar la intensidad del tono según tus gustos y necesidades. Para mí, esa personalización es clave: puedo usar pocas gotas para un efecto sut