Miles de personas se han manifestado este sábado en Las Palmas de Gran Canaria en apoyo al pueblo palestino y para reclamar el fin del genocidio de Israel contra la población gazatí.

“Los niños de Gaza no son una amenaza” y “Gaza, aguanta, el mundo se levanta”, han coreado los manifestantes. La marcha ha comenzado a las once de la mañana desde el Parque de San Telmo de la capital y ha recorrido la calle León y Castillo hasta llegar a la Plaza de La Feria, donde se encuentra la sede de la Delegación del Gobierno de España en Canarias, con pancartas que acusaban a Estados Unidos y a la Unión Europea de “patrocinar a Israel asesina” o que preguntaban al “querido mundo” “dónde está su humanidad”.

“La lucha heroica del pueblo palestino exige una solidaridad sin límites de todos los pueblos del mundo”, reza el manifiesto leído en la Plaza de la Feria por Nor El Bakkouri y Daniel González Expósito. “Israel ha destruido más del 92% de las viviendas en la franja de Gaza, que no sólo sigue siendo la mayor cárcel a cielo abierto del planeta, sino que se ha convertido en un campo de exterminio”.

Manifestantes en la Plaza de La Feria de la capital grancanaria.

Los manifestantes han insistido en que detendrán las concentraciones hasta que Israel “pare la masacre”, hasta que Palestina sea libre “desde el río hasta el mar”. Abogan por continuar ejerciendo presión a Israel para que esté “cada vez más aislado” y valoran que el Gobierno de España haya empezado a “alzar la voz”, lo que demuestra “que la presión social funciona”, aunque consideren que las medidas son aún insuficientes. El decreto ley que prevé aprobar el Ejecutivo es “un paso hacia el embargo de armas hacia Israel”.

El manifiesto unitario de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina exige a todos los partidos políticos que voten en el Congreso a favor de este embargo y que añadan las enmiendas exigidas para así garantizar que sea “integral, sin excepciones, transparente y que ponga fin definitivamente a todas las relaciones militares y de seguridad con Israel”. “Es incomprensible que los partidos políticos se solidaricen con Palestina y que no legislen y presionen para acabar con absolutamente todo el comercio de armas con Israel”.

“En este momento no queda nadie que no sepa de la violencia colonial que impone Israel en toda Palestina. Tampoco queda nadie que no sepa de la complicidad de nuestros estados con la ocupación, el apartheid, el genocidio y el colonialismo israelíes. Israel no solo ha dicho que continuará su genocidio contra el pueblo palestino, ha dejado claro que sin sanciones y sin consecuencias reales lo intensificará, como ya estamos viendo”, han continuado.

Los manifestantes denuncian que Israel comete una masacre “a plena luz del día, confiando en la impunidad que le otorgan gobiernos y empresas cómplices”. Han recordado que, según la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos, Francesca Albanese, el número de asesinatos podría superar los 680.000 “en un contexto de hambruna utilizada como arma de exterminio” contra la población de la Franja de Gaza. “Imaginemos que toda la población de ciudades como Sevilla, Zaragoza o Valencia hubiera sido asesinada impunemente. Imaginemos cómo habría respondido el mundo”.

El manifiesto lamenta que “potencias extranjeras” diseñen sobre un mapa el futuro del pueblo palestino, “al que nunca se le reconoce su voz”

También ha habido palabras de apoyo a las personas que su sumaron a la flotilla que llevaba ayuda humanitaria a Gaza y que fue interceptada por Israel. “Son rehenes de un estado genocida”.

“Israel lleva 77 años expulsando, encarcelando y asesinando al pueblo palestino con la complicidad de gobiernos y empresas que miran hacia otro lado. Casas, escuelas, hospitales, mezquitas, iglesias, universidades, campos de cultivo... Nada queda fuera de la maquinaria de destrucción israelí”, han concluido los manifestantes.

Además del embargo de armas a Israel, el manifiesto insta a poner fin de forma inmediata al “comercio de armas y de tecnología militar y de seguridad con Israel, incluyendo venta, compra y tránsito”; a romper todas las relaciones académicas, diplomáticas, institucionales, económicas, deportivas y culturales con este país; a imponer sanciones internacionales; a apoyar las demandas judiciales contra Israel, “sumándose a Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia y respaldando el trabajo del Tribunal Penal Internacional para juzgar a líderes israelíes por genocidio y crímenes de guerra”, y a acabar con la persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina“.