Guillermo Rovirosa Albet (1897-1964), fundador de la Hermandad Obrera de Acción Católica —a quien muchos veneran como a un santo, al punto de haber propuesto su beatificación—, afirmó que “una obra maestra del diablo ha sido presentar la religión de Cristo como compatible con el capitalismo”.
Esa sentencia, en paralelo con la del papa Francisco, cuando advierte que la economía globalizada, centrada en el dios dinero y no en la persona, “es un terrorismo fundamental contra toda la humanidad”, nos convertiría, ipso facto, en enemigos del capitalismo.
El problema es que ningún pasaje de las Escrituras secunda esta condena, salvo en el caso de los usureros despiadados. Pero lo que me vino a la memoria al leer la enérgica sentencia de Rovirosa Albet fue la reveladora afirmación del señor Frie