En un contexto nacional, marcado por una profunda crisis económica, política y social, la salud mental del venezolano se ha convertido en una urgencia pública silenciada. La ausencia de cifras oficiales, la falta de políticas efectivas, el estigma y la normalización del sufrimiento no solo invisibiliza el problema, sino que lo agrava.
En la actualidad, hablar de suicidios y de salud mental en Venezuela -cuyo Día Mundial se celebra cada 10 de octubre- es un tema tabú y el abordaje del tema sigue estando marginado en la agenda pública.
El informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), publicado en enero, ofrece un panorama actualizado sobre la situación de la salud mental en Venezuela.
El OVV, oenegé referencial ante la ausencia de cifras oficiales, precisó que la tasa de s