QUITO (AP) — Menos de 24 horas después de que un vehículo explotara en una ciudad portuaria del suroeste de Ecuador, otras dos detonaciones se produjeron el miércoles en puentes de diferentes zonas del país.

Las autoridades aseguraron que los sucesos estarían vinculados con un grupo criminal local y disidencias de una extinta guerrilla colombiana, pero nadie en esas organizaciones los atribuyó públicamente hasta el momento.

El ministro del Interior, John Reimberg, adjudicó la secuela de ataques a “Los Lobos”, una de las bandas criminales más grandes que opera en Ecuador y que fue calificada como terrorista por Estados Unidos, en “represalia a la destrucción de minería ilegal que se hizo en Buenos Aires”, una zona del norte del país donde prolifera la actividad ilegal y donde en los últimos días se han ejecutado operativos anti mineros.

Según declaró Reimberg, en dichos operativos fueron detenidos miembros de la facción Oliver Sinisterra integrada por disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que tiene vínculos con “Los Lobos”.

Los nuevos explosivos fueron colocados en puentes "para interrumpir el paso”, informó más temprano en la red social X el ministro de Transporte, Roberto Luque, quien calificó a los hechos de “terrorismo”.

Las autoridades no han informado de víctimas o lesionados por las recientes explosiones, mientras las vías que conducen a esas zonas están cerradas.

Un reporte policial al que tuvo acceso The Associated Press confirmó que la estructura del puente vehicular en la ciudad de Naranjal, unos 290 kilómetros al suroeste de la capital, presentó daños “por la presunta detonación”.

Marcela Aguiñaga, prefecta de la provincia del Guayas, a la que pertenece Naranjal, repudió en X lo que calificó como un “acto criminal”.

El otro puente donde ocurrió una detonación conecta a las provincias de Azuay y El Oro, en el sur del país. El servicio de emergencias informó en X que la vía está cerrada ante un “posible colapso” de la estructura.

Imágenes divulgadas por medios locales dejaron ver los escombros y hierros retorcidos del puente, así como parabrisas rotos de al menos dos autobuses.

La Fiscalía dijo que investiga de oficio las explosiones, mientras el gobierno ofreció una recompensa por información que permita identificar y capturar a los autores.

El presidente Daniel Noboa dijo el miércoles en un acto público que el país no puede “retroceder ante la gente que quiere aterrorizar a las familias ecuatorianas. Nosotros estamos bombardeándolos en la minería ilegal en Buenos Aires, ellos están planificando coches bombas”, agregó.

Buenos Aires es una pequeña localidad de la provincia de Imbabura convulsionada por un paro indígena en la cual, según el gobierno, estarían inmersos grupos dedicados a la minería ilegal. Los dirigentes indígenas han negado esa versión y aseguran que se busca deslegitimar las protestas que surgieron en rechazo al incremento del precio del diésel.

La noche del martes un vehículo estalló en una concurrida zona comercial en la ciudad costera de Guayaquil dejando como saldo un muerto y varios heridos además de daños materiales en restaurantes, edificios y un popular centro comercial.

En marzo, un vehículo estalló frente a la cárcel más grande y peligrosa del país en las afueras de Guayaquil, matando a un guardia penitenciario, mientras en 2023, Ecuador registró otros atentados con vehículos que explotaron como parte de una arremetida atribuida a la violencia criminal que azota al país andino desde inicios de 2021.