Un alto funcionario de la Casa Rosada ha señalado que se avecinan conversaciones cruciales tras las elecciones, con el objetivo de resolver las tensiones existentes en el Gabinete. La situación actual recuerda a los problemas de gestión que se vivieron en abril y mayo del año pasado, cuando la desconfianza hacia Nicolás Posse, entonces jefe de Gabinete, llevó a su destitución. Desde entonces, la estructura de toma de decisiones ha cambiado, con Karina Milei liderando el partido nacional y Guillermo Francos coordinando el Gobierno.
Los funcionarios han reconocido que este nuevo esquema funcionó bien hasta los comicios provinciales, donde La Libertad Avanza participó. Un miembro del Gobierno comentó: "El proyecto de Milei tenía dos empresas: el partido y el gobierno. Lo que parecían compartimientos separados, para Santiago debían confluir en una estrategia mancomunada". Sin embargo, los roces han surgido entre los responsables del partido y los asesores, afectando la comunicación con legisladores y gobernadores.
La mayoría del Gabinete coincide en que la dinámica actual no es efectiva y que Milei necesita establecer directrices claras sobre las competencias de cada miembro. Se ha especulado que Francos podría estar dispuesto a renunciar si se decide que Caputo asuma el cargo de jefe de Gabinete. Esta situación ha generado un ambiente de frustración, especialmente para Francos, quien ha expresado su cansancio ante la lucha interna.
Recientemente, se llevó a cabo una reunión entre Martín Menem y Cristian Ritondo, donde se discutieron las tensiones sobre la presidencia de la Cámara. Las operaciones políticas en las últimas semanas no han pasado desapercibidas para Milei, quien está al tanto de la situación. A pesar de que en público se afirma que el ambiente es positivo, un alto miembro del Gobierno ha admitido que "no lo estamos, estamos quebrados".
En cuanto a la composición futura del Gabinete, se espera que Milei convoque a la cúpula para abordar la crisis interna. Sin embargo, tanto el karinismo como el caputismo coinciden en que no habrá un claro ganador en el nuevo esquema gubernamental. La incertidumbre persiste sobre si Santiago Caputo ocupará un cargo formal en el Gabinete, ya que Milei ha mencionado que está considerando esta posibilidad.
El entorno de Caputo sostiene que el PRO solo aporta una sensación de gobernabilidad, mientras que su espacio busca una cercanía ideológica con La Libertad Avanza. A pesar de la falta de afinidad, se reconoce que el ex presidente Macri está captando la situación actual. En un reciente tuit, Macri afirmó que la segunda etapa de la gestión de Milei requerirá la construcción de una nueva mayoría que incluya a legisladores de diversas fuerzas.
Respecto a los gobernadores, hay un consenso sobre la necesidad de un nuevo interlocutor en el Ministerio del Interior, actualmente dirigido por Lisandro Catalán. Los gobernadores han expresado su deseo de un cambio, ya que la incertidumbre sobre el Gabinete les impide proyectar el futuro político. Milei ha reiterado su intención de buscar un diálogo más amplio con la oposición después de las elecciones, y ha mencionado la importancia de fomentar la competencia tributaria entre las provincias para devolverles autonomía.
Hasta ahora, el oficialismo ha establecido alianzas con varios gobernadores, quienes han manifestado su disposición para reformas estructurales. La situación en la Casa Rosada sigue siendo tensa, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán cruciales para el futuro del Gobierno y su relación con las provincias.