El funcionario comenzó su calvario en 2023, cuando el trabajador interpuso un procedimiento contencioso-administrativo para defender sus intereses salariales , obteniendo una sentencia favorable del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº1 de Vitoria-Gasteiz en junio de ese mismo año.

Lejos de solucionar su situación, aquella victoria judicial marcó el inicio de una campaña de acoso institucional . Según recoge la sentencia, el funcionario dejó de ser "anónimo" para la corporación municipal, donde incluso se llegó a debatir abiertamente si acatar la sentencia o recurrirla, en un ambiente donde se llegó a comentar que el trabajador "solo quiere ganar dinero" .

El reconocimiento judicial del acoso

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco describe en su fallo cómo se produ

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