Extraordinaria Irene Vallejo en su artículo “Los dientes del odio”. Dice que la temperatura del odio está calentando aún más deprisa que el clima. Son temperaturas distintas, pero esta última genera también mucho odio y mucho negacionismo. Dice que la raíz od, que tiene que ver con el dolor, está tanto en odio como en odontólogo. Por tanto el odio es tan molesto y urgente de calmar como un dolor de muelas.

Sin embargo, ahora parece ser el nutriente principal de los algoritmos y no entendemos una información si no viene adobada por ingentes cantidades de este espécimen provocador. Abro las páginas digitales de la prensa cada mañana y solo destilan odio. La propaganda se ha convertido en odio o se basa en él. Todo tiene una traducción polarizada hacia el desprecio por lo contrario, pero nad

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