El 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos, haciéndolos más susceptibles a fracturas. Esta patología afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo, según la Fundación Internacional de Osteoporosis. La osteoporosis se desarrolla cuando la destrucción del tejido óseo supera su renovación, especialmente en la adultez. A menudo, no presenta síntomas hasta que ocurre una fractura, lo que le ha valido el apodo de "enfermedad silenciosa". La osteoporosis tiene un impacto significativo, afectando a una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años, según Adriana Díaz, especialista del Hospital de Clínicas de la UBA. El riesgo es mayor en mujeres posmenopáusicas debido a la disminución de estrógenos, que son protectores del hueso. Factores como la edad avanzada, el bajo peso corporal, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol también aumentan el riesgo. La detección temprana es crucial para reducir el riesgo de fracturas. La densitometría ósea (DXA) es la herramienta principal para medir la densidad mineral ósea en áreas críticas como la columna y la cadera. Este estudio, de baja radiación, permite obtener un puntaje T que compara la masa ósea del paciente con la de un adulto joven sano. Se recomienda realizar esta prueba a mujeres mayores de 65 años o antes si presentan factores de riesgo. Las fracturas osteoporóticas, especialmente en la cadera, son una de las principales amenazas para la calidad de vida en la vejez. Estas lesiones pueden causar dolor, discapacidad y dependencia de terceros. Sin embargo, solo entre el 20% y el 25% de quienes sufren fracturas reciben evaluación y tratamiento para la osteoporosis, lo que aumenta el riesgo de nuevas fracturas. La prevención de la osteoporosis debe comenzar en la infancia y continuar a lo largo de la vida. Una dieta rica en calcio, vitamina D y proteínas, junto con ejercicio regular, son fundamentales. Evitar el tabaco y el alcohol, mantener un peso saludable y asegurar una buena iluminación en el hogar también son medidas preventivas efectivas. El tratamiento de la osteoporosis es integral e incluye cambios en el estilo de vida, ejercicios específicos y medicamentos. Los bisfosfonatos son los fármacos más comunes, que ayudan a ralentizar la pérdida ósea. Se están investigando nuevos tratamientos que podrían ofrecer mayor eficacia y seguridad. Para prevenir fracturas, es esencial adoptar medidas de seguridad en el hogar, como usar calzado adecuado, eliminar obstáculos y mantener una buena iluminación. Ante cualquier fractura, se debe consultar a un médico, ya que puede indicar un alto riesgo de nuevas fracturas en el futuro. La osteoporosis no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Con prevención, detección y tratamiento adecuados, es posible mantener la salud ósea y la calidad de vida. La combinación de diagnóstico temprano, seguimiento profesional y hábitos saludables es clave para reducir el riesgo de fracturas.
¡Cuidado con tus huesos! Osteoporosis y su prevención

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