El cortafuegos no ha funcionado. Lo que en Buckingham Palace se planeó como un cierre discreto de no ha evitado que la bola humillante del escándalo haya seguido creciendo. El ya , hijo favorito de Isabel II, se enfrenta a un cerco judicial y político sin precedentes. La Policía Metropolitana confirmó ayer que «examina activamente» nuevas acusaciones, según las cuales el habría ordenado a su escolta oficial, pagada con dinero público, investigar a Virginia Giuffre, la mujer que lo acusó de abusos sexuales cuando era menor de edad.

La polémica, destapada por «The Mail on Sunday», apunta a que Andrés facilitó al agente la fecha de nacimiento y el número de la Seguridad Social de Giuffre con el fin de «encontrar información que la desacreditara». Más grave aún: los correos electrónicos filt

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