La coqueta localidad marítima de Port de la Selva (Girona) sigue adelante tras el reciente suicidio del matrimonio hostelero que movía el 20% de la restauración local, mientras que la sociedad con la que operaban, Corvaill del Port, camina hacia la bancarrota.
En septiembre pasado, salió a la luz la historia de José Andrés Bel y Adela Esteban Galindol, una pareja con una sólida trayectoria profesional que explotaba una decena de restaurantes frente al mar en la pequeña localidad de la Costa Brava.
Nuevo frente judicial para Harley BCN: financiación opaca y motos bajo sospecha
Acorralados por las deudas, la mujer se quitó la vida en junio y, un mes después, él intentó lo mismo, falleciendo semanas después tras quedar en coma. El trágico episodio dejó en el aire a los locales, la pl