La calidad de los hábitos de sueño puede definir cuán joven o viejo será tu cerebro, más allá de los años que indique el calendario .

Dormir mal no solo se refleja en la fatiga diurna o el mal humor. Según un estudio dirigido por el Instituto Karolinska y publicado en The Lancet , las pautas de sueño que seguimos cada noche pueden modificar la auténtica edad de nuestro cerebro.

Tras analizar más de 27.500 cerebros, los investigadores descubrieron que un mal descanso puede sumar hasta un año de envejecimiento cerebral respecto a la edad real . La diferencia se calculó mediante sofisticadas resonancias magnéticas y análisis con inteligencia artificial, capaces de comparar la estructura cerebral de los voluntarios contra lo que se espera para sus años vividos.

“Las personas c

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