A veces, la solución más evidente es la que pasamos por alto. Para combatir el cansancio crónico y la sensación de no haber descansado, la clave podría estar en un gesto tan sencillo como acostarse un poco antes . Lejos de ser un mero capricho, adelantar la hora de irse a la cama es una estrategia fundamental para proteger la calidad de nuestro sueño, ya que no todas las horas de descanso tienen el mismo valor reparador.

De hecho, el valor de esas primeras horas de sueño es incalculable. Es justo al principio de la noche cuando nuestro cuerpo se sumerge en la fase de sueño más profundo y reparador, un estado que los expertos denominan N3 o de ondas lentas. Es en este periodo cuando se produce la verdadera recuperación física y mental, un proceso vital para el correcto funcionamiento d

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