Las autoridades de Río de Janeiro han llevado a cabo un amplio despliegue de fuerzas de seguridad en la zona norte de la ciudad, específicamente en los complejos de Alemão y Penha. Este operativo, denominado "Operación Contención", tiene como objetivo combatir la expansión del grupo criminal Comando Vermelho. Más de 2.500 policías civiles y militares están involucrados en esta operación, que hasta el momento ha resultado en al menos 23 detenciones. Sin embargo, la situación se tornó más compleja cuando los delincuentes respondieron al operativo utilizando drones para atacar a las fuerzas de seguridad en el Complejo de Penha. Las autoridades estatales han compartido un video que muestra un dron disparando un proyectil desde el aire, aunque no se han proporcionado detalles sobre el impacto de este ataque. A pesar de esta ofensiva, el gobierno estatal ha afirmado que las fuerzas de seguridad continúan firmes en su lucha contra la delincuencia. El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ha calificado la situación como un desafío significativo, afirmando: "Ya no es crimen común, es narcoterrorismo". Además, ha instado a los residentes de los barrios afectados a permanecer en sus hogares durante el desarrollo de la operación. Imágenes obtenidas por medios locales muestran incendios en la zona y se escuchan disparos. El despliegue de las fuerzas de seguridad incluye el uso de drones, dos helicópteros, 32 vehículos blindados y 12 vehículos de demolición del Núcleo de Apoyo a Operaciones Especiales de la Policía Militar, así como ambulancias del Grupo de Salvamento y Rescate. Las autoridades también han informado que al menos 10 rifles han sido incautados durante el operativo, lo que subraya la gravedad de la situación en la región. La Operación Contención continúa en curso, con un enfoque en restaurar la seguridad en las áreas afectadas por la violencia del crimen organizado.