CAMPECHE – El aire salino de Champotón, puerto pesquero donde el río Candelaria besa el Golfo de México, se cargó de indignación el martes pasado. En el emblemático “Martes del Jaguar”, la gobernadora Layda Sansores San Román ha convertido en tribunal popular contra la corrupción–, se destapó un escándalo que huele a despojo antiguo: La familia Angulo Briseño, emparentada con el poder priista campechano, habría acaparado más de 4.5 millones de metros cuadrados de tierras ejidales, equivalente a miles de predios campesinos.

De esa vorágine, al menos 2 millones 391 mil 791 metros cuadrados –una cuarta parte de la cabecera municipal– terminaron en manos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) por sumas millonarias, mientras los ejidatarios locales miraban cómo su herencia com

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