La miniconvención del PSOE celebrada la pasada semana en León tenía todos los ingredientes para poder llegar a ser útil para los leoneses, aunque fuese mínimamente. Ministros, el presidente del Gobierno y la oportunidad de asumir algún compromiso con la provincia. Salió, como en tantas otras ocasiones, una convención de 'selfies'. Pedro Sánchez y la comitiva hicieron el tour de rigor, posaron para la foto y se fueron. Dejaron promesas de boquilla, un monumento al ruido y bastante pelo en la gatera del PSOE leonés. Si algo demostró ese sainete es que la política del colorín ha sustituido a la política de los hechos. Que el alcalde socialista, JA10, denunciara no haber sido invitado, derivando el tema en rifirrafes públicos, no es una anécdota sino la prueba de que en el PSOE local prima la

See Full Page