Moscú saluda "la casi unánime adopción" por la 80.ª sesión de la Asamblea General de la ONU de la resolución presentada anualmente por La Habana sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. contra Cuba, declararon este viernes desde la Cancillería rusa.

La resolución fue aprobada por una abrumadora mayoría de países: 165 votos a favor —incluida Rusia, que tradicionalmente apoya este documento—, 7 en contra y 12 abstenciones.

"La adopción de esta resolución volvió a demostrar la firme condena de toda la comunidad internacional a las medidas restrictivas unilaterales de Washington contra La Habana, que violan de manera flagrante los principios fundamentales y normas del derecho internacional, dificultan la participación plena de Cuba en la cooperación internacional y regional, y atentan contra el derecho inalienable de los ciudadanos cubanos a una vida en condiciones dignas", reza el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

Una guerra de sanciones de larga data

En este sentido, la Cancillería recuerda que el bloqueo de EE.UU. contra Cuba "constituye una guerra de sanciones de muchos años", que fue lanzada para alcanzar el principal objetivo de "derrocar a un Gobierno que le resulta incómodo y representa un claro ejemplo de intervención traicionera en los asuntos interno s de un Estado independiente".

"No es ningún secreto que estas medidas restrictivas unilaterales e ilegales también buscan intimidar a otros Estados que desearían desarrollar una cooperación mutuamente beneficiosa con Cuba", agrega.

El ministerio hizo hincapié en que, como consecuencia del embargo estadounidense, la economía cubana acumuló " pérdidas colosales " que superan los 170.000 millones de dólares. De no existir el bloqueo, el PIB de Cuba podría haber crecido en 2024-2025 un 9,2 %, lo que habría sido uno de los índices de crecimiento más altos del hemisferio occidental, calcula la Cancillería rusa.

"Todo esto repercute directamente en el bienestar de los ciudadanos cubanos y constituye el principal obstáculo para la plena realización de los derechos humanos en la isla , especialmente en los ámbitos de la salud, la educación y la seguridad energética y alimentaria", denuncia el organismo, expresando la convicción de que "el hermano pueblo cubano, pese a todos los intentos de EE.UU., seguirá enfrentando este desafío con coraje y unidad".

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