El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó este viernes que su administración esté considerando un ataque a Venezuela. Esta declaración se produce tras informes del Miami Herald y The Wall Street Journal que afirmaban que el gobierno estadounidense estaba preparando ataques aéreos contra instalaciones militares en el país sudamericano. Mientras viajaba en el Air Force One, Trump fue consultado por periodistas sobre estas versiones y respondió de manera contundente: "No, no son verdad". Sin embargo, no ofreció más detalles sobre el tema. Los reportes citaban a fuentes cercanas a la Casa Blanca que indicaban que los ataques podrían llevarse a cabo "en cuestión de días o incluso horas". Estos planes estarían dirigidos a desmantelar el llamado Cártel de los Soles, una red de narcotráfico que, según Washington, está vinculada a altos mandos del gobierno de Nicolás Maduro. El Wall Street Journal, por su parte, matizaba que la decisión aún "estaba sobre la mesa" y que no se había autorizado ninguna operación concreta. Los supuestos ataques incluirían bombardeos a puertos y aeropuertos controlados por el Ejército venezolano, lo que podría aumentar las tensiones en la región. En las últimas semanas, Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en el Caribe, destacando el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el más avanzado del mundo. El Pentágono ha afirmado que estas maniobras tienen como objetivo combatir el narcotráfico y frenar las rutas de drogas que, según Washington, parten desde Venezuela. En el marco de estas operaciones, se han reportado al menos 15 ataques contra embarcaciones sospechosas, resultando en 61 muertes. Esta situación ha provocado una fuerte respuesta de la ONU, donde el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, acusó a Estados Unidos de "violar el derecho internacional" y calificó las acciones como "ejecuciones extrajudiciales". A pesar de las críticas y los rumores, la Casa Blanca mantiene que no existen planes de invasión o ataques inminentes contra Venezuela, aunque el despliegue militar sigue intensificando la presión sobre el gobierno de Maduro.