Un nuevo paso, y decisivo, en la operación Talgo, aunque todavía no es el último. El consorcio vasco encabezado por la siderúrgica Sidenor, propiedad del empresario José Antonio Jainaga, junto al Gobierno vasco a través del Fondo Finkatuz, y de las fundaciones de las antiguas cajas vascas BBK y Vital, accionistas de Kutxabank, ha cerrado la compra del 29,76% de Talgo por 156,67 millones de euros, a un precio de 4,25 euros por acción, según la información que se ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con lo que se ratifica el principio de acuerdo alcanzado el pasado 14 de febrero , y arranca la recta final del proceso.
La noticia de la firma del contrato se conoce a las puertas de que el presidente de Sidenor comparezca en calidad de imputado por presunto contrabando de acero con Israel el próximo día 12, con lo que se refuerza la confianza manifestada por el Gobierno vasco de manera pública con el empresario. El contrato de compraventa entre Pegaso (Trilantic) y otros socios minoritarios de Talgo y el consorcio vasco, firmado el pasado día 6, no implica, de momento al Gobierno central, ya que la Sepi entraría en la empresa vía financiación de forma posterior.
De hecho, según han confirmado fuentes de Sidenor, el siguiente paso en el proceso será la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas de Talgo, que es la que deberá aprobar la nueva estructura de financiación de la compañía, en el que sí entraría ya la Sepi, y que la propia empresa reconoce que es “imprescindible para llevar a cabo el traspaso definitivo de las acciones y el inicio de una nueva etapa en Talgo.”

Es decir, el acuerdo está firmado, pero finalizado. En la información remitida a la CNMV se señala que se espera que “la compraventa se consume con anterioridad al 31 de enero de 2026”. En principio, parece que la financiación está cerrada, según señalan diversas fuentes, pero no firmada. Se trata de un proceso complicado, en el que están inmersos varios bancos, que de forma previa a negociar la deuda exigieron una inyección de 150 millones en la empresa para reducir el montante de deuda a financiar. 75 de estos 150 millones se podrán desde la Sepi. 45 millones serán para suscribir una ampliación de capital, con lo que el organismo público tendrá un porcentaje del capital de 7,87% de Talgo. Los 30 millones restantes servirán para suscribir obligaciones convertibles que emitirá Talgo. La parte vasca completa el 'préstamo' a Talgo con otros 75 millones de euros. Ekarpen, sociedad destinada a canalizar inversiones en las empresas, en la que participa el Gobierno vasco a través del Instituto Vasco de Finanzas, Kutxabak, las diputaciones forales de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, y Mondragon Inversiones, pondrá 50 millones de euros. Los 25 millones restantes se aportarán por parte de BBK y Vital, que participan en la operación Talgo. Ekarpen ya ha realizado una ampliación de capital para afrontar esta inversión .
Una vez conseguido este acuerdo se arrancaron las negociaciones con la banca para negociar una nueva estructura de endeudamiento integrada en dos tramos: Por un lado, financiación de 650 millones de euros con vencimiento a 6 años y una línea de circulante de 120 millones con vencimiento a 3 años con extensión automática durante 2 años. Y de forma adicional, una nueva línea de avales por parte de las entidades financieras de 500 millones de euros. Firmar este acuerdo de financiación es imprescindible para que se materialice la entrada de Sepi.
El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha señalado que el acuerdo de compraventa de Talgo es “un hito muy importante” que “despeja el camino para que la operación pueda cerrarse con éxito este año”. Jauregi ha calificado de “hito” la firma de la compraventa, y ha asegurado que, a partir de ahora, siguen con el calendario establecido y el siguiente paso será la convocatoria de una Junta General Extraordinaria de Accionistas de Talgo, que se convocará en breve para que a mediados de diciembre se apruebe la nueva estructura de financiación. El consejero vasco ha precisado que será en ese momento, antes de Navidad, cuando “se cierre la operación definitivamente”.
La opción vasca para la compra de Talgo, con fábrica en Álava, pero con estructuras también en otros lugares, tuvo desde el primer momento el visto bueno del Gobierno de Pedro Sánchez desde que hace más de un año arrancó su proceso de cambio en el accionariado, tras la decisión del fondo Trilantic, que comparte la propiedad de la compañía con la familia Oriol, de vender su parte de la empresa. El Consejo de Ministros vetó la OPA de la compañía húngara Magyar Wagon , en agosto de 2024 alegando razones de seguridad nacional y relaciones de la compañía con capital ruso. Otras empresas, como la polaca Pesa o la india Jupiter Wagons también mostraron su interés por el fabricante de trenes, pero el Gobierno siempre ha defendido una operación con capital nacional.

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