La vida rural siempre ha sido un delicado equilibrio entre tradición y abandono. Muchos son los municipios de la provincia que sufren la falta de servicios básicos. Los locales comerciales se convierten en una suerte de cadáver exquisito de la migración a las ciudades con bares que cerraron, tiendas que desaparecieron y hornos que apagaron sus fuegos. Para los vecinos, cada persiana bajada se ha traducido a lo largo de los años en una pequeña pérdida, no solo de un negocio, sino de un espacio de encuentro y comunidad.

Decididos a recuperar servicios esenciales y aportar vida al entorno rural existen emprendedores que han dado un paso hacia delante para escribir un nuevo capítulo en el libro de los pueblos de la provincia de Cuenca. Gente que deja la comodidad urbana para asumir desafíos e

See Full Page