Francisca (Paqui) Muñoz Cano, mujer de Santos Cerdán, la lía visitando al que fuera secretario de Organización del PSOE en la cárcel de Soto del Real . «¿Por qué me pasáis el perro? ¡Es una vergüenza!» , le ha llegado a decir a los funcionarios y guardias civiles que trabajan en la prisión durante el control de drogas.

El encontronazo tuvo lugar el pasado jueves 6 de noviembre por la mañana. Paqui, acompañada de su cuñada Belén Cerdán y su marido, aparcaron en el parking de la prisión para tener un vis a vis con Santos Cerdán , que permanece en prisión preventiva desde el pasado 30 de junio.

Tal y como se puede apreciar en las fotos publicadas por OKDIARIO, Paqui se ha registrado en el control de acceso donde te identificas y en el que a las visitas se les toman las huellas. Posteriormente, se pasan los arcos de metal para evitar que entren objetos prohibidos a la cárcel.

De ahí, los familiares o amigos que visitan a los presos pasan a una sala de espera donde aguardan todos aquellos que tengan autorizado el vis a vis , como era el caso de Paqui. Fuentes de la prisión aseguran que a veces se ha saltado la fila para evitar revuelo , pero este jueves ha esperado como todos por primera vez.

El guardia civil que esté de turno es el encargado de pasar un perro adiestrado para olfatear droga a todos los familiares de la sala . El protocolo a seguir es que se les ponen en fila y va pasando el animal por cada uno de ellos oliéndoles, especialmente los pies.

Fuentes presentes en la sala aseguran a OKDIARIO que cuando le ha tocado a Paqui se ha quejado a voces de que a ella no la tenían que pasar al perro . No quería que la olfatease como al resto, pese a que los protocolos de seguridad obligan a ello.

Más altercados de Paqui

No es la primera vez que Paqui tiene un encontronazo a raíz de que la justicia empezara a investigar a su marido. El día que salió el informe de la UCO, que revelaba que presuntamente había cobrado mordidas, gritó a los periodistas que esperaban en la calle haciendo su labor informativa. «¡Iros a casa del novio de Ayuso!» , gritó a los cámaras y redactores que allí aguardaban.

Misma situación se produjo en su primera visita a Soto del Real, en la que empujó a un periodista para posteriormente exigir «respeto» a los profesionales de la información.