El Ministerio de Defensa de Venezuela ha anunciado el inicio de una nueva fase del “Plan Independencia 200”, que implica una movilización masiva de fuerzas militares. Este despliegue se lleva a cabo en respuesta a lo que el gobierno de Nicolás Maduro califica como una “amenaza imperialista” por parte de Estados Unidos, que incluye la presencia de buques, aviones y tropas en el mar Caribe, así como la cercanía del portaaviones Gerald Ford.

El comunicado oficial detalla que esta fase del plan incluye “el despliegue masivo de medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos, sistemas de armas, unidades militares, milicia bolivariana, órganos de seguridad ciudadana y comandos para la defensa integral”. La ejecución de esta orden se llevará a cabo entre el 11 y el 12 de noviembre, según lo indicado por el Ministerio de Defensa.

El operativo busca integrar todos los componentes militares y de seguridad ciudadana bajo un esquema de “completo apresto operacional”, con ejercicios programados en tierra, mar y aire. El objetivo declarado es “optimizar el comando, control y comunicaciones” para garantizar la defensa integral del país.

Este despliegue militar ocurre en un contexto de creciente tensión, ya que el gobierno venezolano considera que las maniobras navales estadounidenses son un intento de forzar un cambio de régimen. Por su parte, el gobierno de Donald Trump sostiene que sus operaciones están dirigidas a combatir el narcotráfico en la región y la llegada de drogas a Estados Unidos.

A pesar de la magnitud del anuncio, un equipo de CNN en Caracas ha reportado que, hasta el momento, no se ha observado un aumento significativo en la presencia militar o policial en la capital, en comparación con días anteriores. El “Plan Independencia 200”, que fue activado por Maduro en 2025, es una estrategia cívico-militar que moviliza a la Fuerza Armada, la Milicia Bolivariana y cuerpos policiales en todo el territorio nacional, con el fin de garantizar “la soberanía, la paz y la defensa integral”.

Desde el inicio de las tensiones en agosto, el gobierno venezolano ha movilizado a millones de milicianos y ha activado órganos de defensa en todos los estados, argumentando que estas acciones son necesarias para promover la paz mientras se preparan para defenderse.