Pedro Sánchez acaba de recibir el toque de atención más serio por parte del lehendakari Pradales y el PNV en esta recta final de la negociación para cumplir el Estatuto de Gernika y transferir a las instituciones vascas todas las competencias que deben gestionar. Unas horas antes de que la consejera Maria Ubarretxena saliera de sus reuniones en Madrid con los secretarios de Estado de Empleo y la Seguridad Social, el Gobierno español recibió dos advertencias que sugieren que la paciencia se está agotando porque se acaba el plazo y siguen las resistencias.

Por un lado, a mes y medio de que expire el plazo y tras unos primeros avisos más calculados y comedidos, Imanol Pradales ha dejado caer este miércoles por primera vez que “la confianza es difícil de construir, pero fácil de perder”

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