En un giro inesperado, Raúl Noblecilla, abogado de Betssy Chávez, renunció a su defensa durante el juicio contra el expresidente Pedro Castillo y sus exministros. La decisión se produjo en plena sesión del tribunal, sorprendiendo a los presentes. Noblecilla argumentó que había perdido comunicación con Chávez, quien se encuentra asilada en la embajada de México, y expresó su desacuerdo con el proceso judicial, afirmando que "no cumple con los estándares" necesarios para un caso de tal magnitud. El abogado solicitó permiso para abandonar la sala, y el tribunal, tras escuchar sus argumentos, admitió su renuncia, considerando que cumplía con las formalidades del Código Procesal Penal. Así, la defensa de Chávez será asumida por el abogado público Julio César Guzmán Cisneros. Noblecilla explicó que su decisión se debió a la falta de comunicación con su defendida y a su desacuerdo con la conducción del juicio. Afirmó que "ya no está al alcance de la justicia peruana" debido a su estatus de asilada política. Además, cuestionó la participación de jueces y fiscales en el juicio, argumentando que esto afecta la independencia judicial. Sin embargo, el tribunal rechazó estas afirmaciones, asegurando que el proceso se lleva a cabo con las garantías legales correspondientes. El tribunal recordó que, en casos anteriores, se ha establecido que los abogados defensores no pueden abandonar el proceso en las etapas finales del juicio, salvo razones justificadas. En este caso, la pérdida de comunicación con la procesada y la presentación de la renuncia dentro del plazo legal fueron consideradas razones válidas. La Sala también aclaró que la sanción impuesta a Noblecilla, quien había sido suspendido de participar en seis sesiones, se cumplió correctamente. El tribunal desestimó la afirmación del abogado sobre una "expulsión indebida". Con la renuncia de Noblecilla, la Sala indicó que Betssy Chávez deberá designar un nuevo abogado particular lo antes posible. Si no lo hace, la defensa quedará a cargo de Guzmán Cisneros. Esta medida busca garantizar la continuidad del juicio y el derecho a la defensa de la procesada. El tribunal subrayó que la intervención del abogado público está respaldada por la Constitución y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que garantizan el derecho a una defensa técnica proporcionada por el Estado. Antes de abandonar la sala, Noblecilla dejó constancia de un recurso de reposición y criticó el juicio, afirmando que no estaba dispuesto a convalidar lo que considera irregular. "Muy pronto el Perú volverá a la democracia", concluyó antes de retirarse. A pesar de este incidente, la sesión continuó y el tribunal notificó oficialmente la aceptación de su renuncia.