Otra resolución judicial en contra del intocable modelo de "escola catalana" . Como es habitual, la "familia" educativa hará caso omiso. El cuerpo de docentes y las autoridades administrativas y políticas no están de acuerdo en nada, salvo en una cosa, archivar las sentencias lingüísticas en el cubo de la papelera.

Así ha sido desde que Jordi Pujol aplicara la inmersión lingüística y así seguirá salvo que se produzca un cataclismo atómico. Pero como en el pecado se lleva la penitencia, los alumnos han convertido el castellano en su lengua franca porque han detectado que irrita a sus docentes y porque "mola" ir contracorriente.

El último revolcón jurídico tiene que ver con la "lengua de cohesión", un nuevo hallazgo técnico de los "comisarios" lingüísticos que no ha pasado el cedazo.

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