Después de superar la inspección técnica de vehículos (ITV), el conductor recibe una pegatina (verde, amarilla o roja) que ha de colocar en un lugar visible para que, de un vistazo, se sepa que el vehículo está en condiciones técnicas de circular. Según establece el Reglamento General de Vehículos, esta pegatina debe ponerse en el ángulo superior derecho del parabrisas –mirando desde el interior–, ya que se considera que es el lugar que menos afecta a la visibilidad del conductor.

Es obligatorio llevarla pegada, ya que acredita que se ha pasado la revisión técnica y complementa la tarjeta de la ITV. No hacerlo puede ser motivo de sanción, de entre 80 y 100 euros, sin detracción de puntos. Un exceso de pegatinas puede considerarse que interfiere en la visibilidad del conductor, sanc

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